Era la primera vez (siempre tiene que haber una primera) que visitamos el país vecino, tan cerca y tan desconocido a la vez. Tomar contacto con ésa cultura fascinante y ver que, con una ínfima parte de lo que tenemos aquí, se puede disfrutar de la vida, es digno de admiración.

Exotismo y aventura que te hacen sentir bien, sin hablar de la naturaleza en estado puro que supera todo lo imaginable: montañas, ríos, desfiladeros, llanuras, hamadas, desiertos, oasis, lagos secos, cascadas, ríos de arena, geología, fósiles, flora y fauna dignos de ver. Y, por supuesto, la auténtica Meca para disfrutar de la conducción 4×4.

Bueno, pues todo lo anterior en buena compañía, gracias al gran trabajo de organización de Alberto Pascual, que conoce el entorno perfectamente, se convierte en una experiencia inolvidable que todos deseamos poder disfrutar de nuevo.

Totalmente recomendable y para todos los públicos.